De Perdidos al río, o al Escusado
"From lost to the sorry", por primera vez, me uno al sentir popular y caigo en las redes del populismo y del aplauso fácil
En cada actualización diaria, he procurado esputar toda la mala baba posible contra aquello que gusta a toda la humanidad, toda esa gente que simplemente se diferencia tanto de mí solo por no ser yo, y por tanto, a la que debo llevarles la contrario por decreto. Pero a veces, el río baja con buen caudal y a un servidor ya no le quedan fuerzas para asirse a la rama de la cordura, lastrado por años de lucha a lo Joaquín del Valle (borracho y sin voto), y por tanto, se ve arrastrado por la fuerza de la corriente general con peligro de que incluso me guste.
Por eso, vengo hoy a cambiar de estilo y aplaudir aquello que ha sido más criticado por todo el planeta tierra, por el internec y no sé si por la Belén Esteban, porque no leo su blog. Vengo a hablar del fastuoso, maravilloso y todas las cosas buenas y bonitas que terminan en oso (y que no tienen pelo y no muerden), el gran capítulo final de Perdidos, o LOST, porque dicho en inglés suena todo más chachi pirulo aunque en español sea incluso más sencillo. Dejo esto abierto para otro día, para darles caña a los amantes de la V.O, que no saben que en realidad sería O.V.
(Lesson one: in english, el adjetivo se pone por delante del nombre, adjetive - noum, me se entiende usté)
Parece que la peña se ha quedado bastante decepcionada tras chuparse 5 o 6 años de serie con el final que le han dado, y digo parece porque yo en este tema hablo en el más absoluto desconocimiento (pero como a cualquiera le dan un blog, pues hablo sin saber). Lo poco que he visto de la serie lo he leido estos últimos días en los periodicos, que no han parado de spoilear a su manera el regusto a mierda que te deja el esperado final. No os preocupeis que no voy a desvelar nada, porque nada sé. Puedo afirmar que no he visto un capitulo completo, sólo retazos, y por tanto que sepa el final me sirve de bien poco. Aunque eso mismo también decía cierto periodista en cierto diario sobre las sensaciones que se le iban a quedar a los fans.
Oh sí Losties, que ya podíais haberos llamado Losers, os encaja mejor y no tendriaís que haberos inventado ninguna palabra, cuando chupeis del internec el último capítulo se quedareis con la misma cara que te deja una sesión de Los Planetas de 23 minutos. Chof!. Sí claro, más de uno vendrá con el cuento de "me encantó", pero claro, tiene que haber de todo en la viña del señor menos uvas. Por suerte, o por desgracia, no he cedido minutos en seguir la serie y tampoco me considero más guapo por ello, simplemente, mi antisocialismo galopante y varios motivos más me impiden "engancharme" y autodenominarme Lostie.
Para empezar, soy incapaz de comenzar algo y mantenerlo en el tiempo, por eso no compro colecciones de Planeta Agustini (en mi carpeta!!) ni tengo un blog. Si necesito entretenerme, cosas como Cosas de Casa me dan mi dosis perfecta, porque necesitas recordar nada acerca de los personajes, situarse en el espacio-tiempo o interconectar historias, números de lotería, pandas silvestres y el humo negro que parece sacado del mimos 4 gatos. Para mí, ver una serie (llámala Lost, The Internated o The Paco’s Men, es como ver una película a pedazos. Si te pareció larga Ben Hur o Lo que el viento se llevó, ya ni te digo Lawrence de Arabia o cualquier remake televiso de Doctor Zhivago, imáginate tardar 6 años en ver una película, a trozitos de 40 minutos.
No señores, no voy de guay por no estar bajándome el nanógesimo capítulo de la octogésima temporada de Falcon Crest, simplemente simplifico, me ahorro tramas y además os toco los cojones. Prefiero pasar mi tiempo ilustrando diariamente a mis fans con mi ignorancia y seguir manteniendo vivo este pequeño y herrumbroso rincón, que está como los chorros porque todos tiramos de la cisterna.
PD: Menos mal que mis amigos no ven la tele, ven el TFT.