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El escusado

Sin solución!!! Es el cantaitor ...

Mendigando rockanroll on tour: El Cantaitor, 29 de septiembre, Bar El Wendigo, Madrid (un barrio de Vallecas)

Al final decidí caminar sobre mis pies, dejar que estos me llevaran donde realmente querían bailar, estar lejos, jugar a vivir. Así, que con la manta en la cabeza, mi vieja mochila espacial, los pantalones que han visto tantos conciertos casi como yo, camiseta de los amigos de Musaranya, zarpé como un rayo desde las bodegas Garvey hasta el estadio Teresa Rivero (todo queda en la casa del señor Ruiz-Mateos). Desde San Telmo hasta Vallecas. Desde "Jeré" hasta "Madrí".

Unas cuantas horas en bus, rodeado de opositores ocultos bajo sus apuntes y sus nervios, un paseito en metro, entre ejecutivos senegaleses con una OPA en los maletines. Tanto tiempo en carretera, o bajo tierra viviendo entre las sombras, que tenía ya unas ganas de salir a flote y brindar con el veneno que me ofrecía Madrid, ese aire impuro, esas calles vivas entre abuelos, mendigos que duermen, chicos que comparten un cartón de Don Simón, drogadictos, indigentes, gente pudiente, gente corriente, una pareja de nacionales, y los impersonales que va con prisa y no miran nunca atrás.

Y nada más pisar el viejo vecindario de Lavapies, ya empiezan a caer rendidos a mis encantos. Que le voy a hacer? Un vecino argelino (de esos que desayunan vino y luego rezán la oración), que salió del Salón de juegos en cuya pareded reposaban mis vertebras, me lanzá un besito y me pregunta si estoy sólo. Seguramente querría invitarme a cenar, pero no me fiaba, este es de lo que tiene en la nevera. Además, que Merak me esperaba, no era el mejor momento para huir.

Así al pisito, buhardilla de colores, enchufes del siglo pasado, melodías de guitarra española y un gato que juega como un perro y piensa que haría en los tejados, si le abrieran las ventanas. Entre la sonrisa permanente de Merak, cayeron unos cuantos tintos de verano, en pleno otoño, entre el suelo y el sofá, y sillitas de tablao flamenco y terrazita centrica de la plaza de San Andrés, nos repartimos un puñao de gente, mientras corría una litrona entre las manos. Gente nueva, paisana jerezana inclusive, señorita praguensa, sevillanos sin acento, una profe de Donosti y Hanna & Lukas, el duo musical que arrasa en toda la República Checa y que ha venido a probar fortuna discógrafica en España con sus temas llenos de amor y dulces palabras (los desvarios del autor del artículo están permitidos). Ah! Y una cara conocida, aunque casi siempre vaya oculta tras el pelo ondulado.

Todos listos, preparados, bien dispuestos para cumplir la misión. El concierto de El cantaitor. Que sí, que me pegué 600 km. (o 700, segun el punto de vista Pableril), para ver y escuchar con dificultades, un concierto de un chico desconocido para el gran público, aunque con amigos en todas partes: Madrid, Jerez, Sevilla, GranadaSantander, Vitoria, Orlando, Varsovia, Dublín ... Aparte de otros alicientes, como dominguear cervezas y patatas por Malasaña, y hacer turismo evangélico por Gran Vía y Puerta del Sol, con dos señoritas que alegran la vista aunque no las mires, y que enfadan con sus risas a los seguratas de una sala cualquiera de Cine X.

Bueno, al concierto. El cielo aguantó la tormenta y nos permitió birrear en una plazita. Allí estaba Aitor, carpe diem del momento, que se bebió hasta las manchas de humedad, y sus chicos: Carlitos, malagueño de "29" años y tan bueno a la guitarra como persona, Arkitos, el bajista que nunca dice que no, Patxi (creo recordar ese nombre al señor del pañuelo rojo?), cuyas macetas de cerveza me vinieron de perlas entre temas de Halloween, y Monty, rastafari de Santboi, percusionista, flautista, y animador social todo en uno. Aparte de los chicos de P'alante, Tito Iker y compañía, cuyo nombre ya he perdido de la memoria, aunque no como ejecutaba a la guitarra temas de los Chichos. Y los "mocos" de Madrid: El loko, que por fin le puso cara a su amigo invisible y se vengó a base de chupitos, rumbas e insinuaciones sobre los pezones del barman, PerroVerde, el freak majete como él sólo, se me olvidó pedirle que me cantará el rap de Jay y Bob el silencioso, Sandra, en una palabra, simpatiquisima, Gerar, que tan sorprendido se quedó de que no fumara, que no quería compartir birras conmigo, y Sin, que se marchó escocido porque rechazé todas sus proposiociones sexuales (1 cada 3 minutos). En fin, si me dejo alguien, perdonenme.

El bar, el Wendigo, en un planta baja, debajo de la casa de un abuelo sordo de 100 años, pero con mala leche. Con un barman autentico, recien sacado de una portada de disco de heavy metal, ayudado por un pseudo-rumbero fustrado, al que no le importó seguir un poco de fiesta con nosotros, ya que su mujer ya no le iba dejar entrar a casa. Y algo de público fuera aparte de los nombrados antes. Los tercios, agotados a las primeras de cambio, y es que los precios, y las ganas de beber (para qué mentir ...) ... y la panza del barman ... (para que mentir otra vez ...) animaban a visitar la barra muy a menudo para agenciarse Mahous, que al menos toca pan y no toca pasar hambre.

A los músicos los incrustaron en una minihabitación, llena de trastos, e impidiendo la entrada al servicio. Todo muy pequeñito y estrecho. Tampoco el local en sí daba para más. De ahí que el sónido no fuera lo mejorcito, por mucho que lo intentaran. Aún así, disfrutamos, bailoteamos, y sí, charlé demasiado entre los temas, pero coño! eran todos nuevos! Tenïa que repartir el tiempo entre unos y otros para ir pillando detalles de la gente. Y lo que se tocaron lo encontrais aquí:

http://elcantaitor.blogspot.com/


Así de paso se bajais la maqueta Insecticida (los que no la tengais), echais un vistazo y tal, y hago un poco de publicidad, aunque este humilde medio carece de mucha difusión, la intención cuenta, y el intento ahí está. Yo ya la tengo en casa rodando en el equipo de música (con portada firmada con arrogancia y alevosia, cariñosamente), sonando en el mp3 y garabateada en forma de letras en papeles que el viento revoletea por la habitación.

Y de obligada visita tambíen:

http://www.lospalante.com/


Terminado el concierto montamos una juerga flamenca. Y reitero: manda huevos que me largue fuera a mendigar rockanroll y huir del flamenco, y siempre acabe por rumbas y bulerias. Pero me lo pasé de puta madre, oyes. Y aviso que a la próxima o estaré mu tajao y cantó como José Mercé (que hacía un video de este tío en pleno bar heavy????!!), o lo estoy menos que el sábado y puedo coordinar mis manos y sentarme a la caja. Y luego de bares, hasta que nos echaban hasta de la puerta. Un bareto cuyo nombre ni miré, con un futbolín que no rodaba (y te gané!! con dificultades ...) y el Excalibur, un antro heavy, pero a lo bestia. Era muy grande, mucho neon, pantallones gigantes con los temazos del momento, tachuelas por doquier, melenas al aire, agudos, dibujos de Daniel el Travieso (no me pregunten porqué), brutales solos de guitarra, muuuucha gente, y en medio de todo, nosotros los raros, en un rincón entre la puerta del aserrinado servicio de caballeros, bebiendo cervezas y ron, riendo, llorando, ligando con rubias que con unas cervezas de más hubieran sido bellas, dejando algun que otro pico ...

Así hasta morir en el suelo, hasta esperar que nos recogiera un metro y dormir de pie en él, hasta llegar de noche al portal y meterme en la cama de día para dormir lo vivido, previa ingesta de un pintxo de tortilla de patatas. Así hasta dejarme mil cosas por contar, pero tampoco quiero haceros leer mucho. Los que querais saber más, sabeis donde encontrarme. A los que vivieron, y los que se quedaron con las ganas, esos momentos, hacerles saber que los emplazo para otra en esa ciudad tan surrealista, donde en el bar "El botijo" te ponen comida hindú y en el bar "Ten-sian" (licencia de autor) te ponen callos a la madrileña.

 

Los demás detalles, me los guardo para cuando rompa a llover ...

5 comentarios

loquendo -

el excusado es un momento para desconectar del mundo, joder!
podeis verme en youtube, hijos de puta

merak -

Ay qué pechá de reir me acabo de pegar, qué bueno eres haciendo crónicas, no se te ha escapado nada, ibas apuntando referencias en una libreta o qué?

Ya me había olvidado de la partida de futbolín.. malandriles, que no sé cómo hicisteis para emborracharme si yo salí sin una triste moneda de casa.

Jo, y qué comentario te hago, si está todo ahí? ah, sí, que los heavies en su juventud ligaban con un pañuelo rojo o no se qué, y saca todo el metal que llevas dentro y ponte la peluca afro, que sabes que aquí te espero cuando quieras, compañero!

adela -

qué guai (:

(¿yo escondo mi cara?)

:P

Alvaro -

Y yo esperandote en la barbacoa, y tu liandola, vaya crack.

BLETE. -

Para estar dormido escuchas muy bien en temas de distancias, eh....

No escribais más de esto, coño, que me da penita.
Ni me valen revanchas, como diría don Alfonso Caballero:

No quiero empates.