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El escusado

De vuelta de copas ... como La Parrala

Crítica desarraiga, sexy, decente, perezosa y sin desprecio al mundo que rodeo


Otra copa.
Y todo este parón? A santo de qué?
De la desgana, del trabajo mal hecho, de los errores repetidos, de la gramática inconexa nebrijana, de saber que estás en el camino correcto, y aún así, la calle se vuelve cuesta arriba, el empedrado se clava en las suelas gastadas, el sol no se oculta, la cerveza está caliente y la tortilla cruda. Cuando nadie entiende lo que dices, y nada vale nada. Y no voy pasado de café, tranquilos.

Otra copa.
Qué le voy a hacer. Me gusta beber hasta perder la dicción. Hasta que el ridículo se asocie a mi nombre, y nos hagamos inseparables, uno tirando del otro, bajo las luces de las farolas que te guian por la senda del tiempo, hasta casa. Los excesos. Los atracones de gula con fruta macerada. Control Zero. Diversión al máximo, pero perdida de detalles. Detalles necesarios, que anuden los flecos perdidos, y aten preguntas y respuestas que revolotean en una máquina de viento. Qué papeleta has cogido?? Tiene premio?? Hay que gente que disfruta en una montaña rusa. Yo prefiero pasar vértigo con los dos pies en el suelo.

Otra copa.
La vida se hace esteril, los hombres lloran mientras hacen el amor, follar cuesta algo más que dinero, las mujeres quieren hacer niños, los hombres se infectan, se desquicia el todo y las unidades, todas por separado, se van de la mano, diez no forman una decena, y una docena fue lo que le cayó a Malta, los empates llegan el último minuto, las discusiones se cambian por amenazas, un saque de banda vale tres puntos, un roce de cariño se convierte en agresión ... todo fuera de madre ... páginas a rellenar para un libro descerebrado que no entraría en ningun estante. Cómo quereis que YO sea el normal dentro de todo esto?

Otra copa.
La distancia se sirve fría. No se mide en metros. Se mide en silencios. Cuanto menos te escucho, más rico está. Poco a poco, engullo sorbitos de distancia de distintos vasos, y voy abriendo camino, llenando espacios de silencios y cambiando planes por planos, segundos planos. Luego puede ocurrir que se recorte esa distancia de la noche a la mañana. Exhausto, apuras de un largo trago el vaso, pero te atragantas, escupes, y te das cuenta de lo que fue, fue. Pasado desperfecto. Bien quieras tú, bien quieras yo, son muchas noches de silencios, de tragos, de sin-compañías, como para que un sorbito de Moet-Casón aspire todo el polvo.

Otra copa.
Y ya casi que veo doble. Es lo que tienen las primeras calidades. Baratas, sin marca. Pero cumplen su cometido a la perfección. Sabiamente. Y entre la luz difusa, veo gente de corbata. Veo restaurante caro. Veo el exotismo de la moda, y el aburrimiento de la jovialidad cara. Y os veo sólos, a todos y cada uno de vosotros, y a mí, paseando por el Aldi, buscando lo que tú y yo sabemos, esperando que surja. Qué surja el qué?? Tú sabrás. Yo no lo sé ... vienen y van ...

Otra copa.
Las camareras fuman porros. Las Coronitas se sirven con todos sus avíos. Las parejas se amodorran en sillones podridos mientras se recorren con la lengua sin conocerse aún. Los ratones se caen de las sillas altas. Las mujeres llegan del frío con el Kalasnikov bajo el brazo. El primo del pibe que toca clásico en Larga, es más gordo que él. Los tipos no necesitan pareja para hablar. El futbolín perfecto es un compendio de todos. Un euro no da derechos. Los perdedores no caen bien. El punk viaja solo. Hay camareras buenas y camareras que están buenas. Las rubias no son tontas. Y la carne y el pescado lo mismo es, ambas quitan el hambre.

Este es el mundo que rodeo. Nadie ha sido obligado a participar de él.
La comedia de la que soy protagonista, y de la que os considero figurantes de lujo.

Cualquier aludido con la realidad es pura inconsciencia.


Y todo esto porque Yordigol con la testa, testeó un melón mandado por un indio gitano, y Contreras, espontaneamente generoso, envió el balón a besar las redes. Y en plena euforia de labios partidos, de narices que pierden la virginidad, de carreras en la escalera, y de mujeres que se dejan la voz a costa de que los demás se dejen los oídos, la cabeza y la fiebre, alguien, en pleno derecho de sus derechos mentales, me hizo prometer que volviera a escribir. Y yo, que soy un hombre de palabra, de pocas palabras, y sin palabras que me pertenezcan, puedo negarme mis propias promesas, pero no las que le hago a los desconocidos.

PD: Me morí, y como buen budista resucité, pero no debí de portarme muy bien porque resucite en la misma persona. Ahora ya me han crecido los brazos, y la mala leche sigue en aumento, así que no os relajeis.

Jodeos Alonsistas, republicanos de tercera, oyentes de la Cope, lectores de Público, creyentes de la hipocresía, bronquidérmicos, conductores ratas, héroes de Bumbury, planetas desorejados, víctimas de ETA, copleros con tirabuzón, canosos sexys y el primero de todos ... Yo, minoría despotista.

 

2 comentarios

BLETE. -

Ya era hora, santo cielo. Y sin avisar ni nada, te parecerá bonito.

Te diré una cosa, me gustaba más cuando el Cádiz estaba en primera.

Escribías más.... cómico. O qué sé yo. Viva la comedia y sus moradores entre los que se encuentra el Vargas, que es, como una vez me dijo un sabio: un cazatalentos.

Félix Vida -

Ese que te hizo prometer tu vuelta, soy yo... Y no podría estar más orgulloso de ver sido artífice de esto.

Tu sabes que yo no soy ningún desconocido, sino que soy ese chico siempre sobrio que te defiende de los que te acusan de ir siempre ebrio...

Tú, que has potado en mi water y llorado y dormido en mi sofá; Tú, que discutes conmigo en un partido y en otro fabricamos goles juntos; Tú, que haces pompitas de saliva; Tú, que le das un nuevo sentido a la palabra encanto... Tú eres todo esto, y has vuelto y yo... no podría estar más feliz